Los cuernos y las amantes en
los tiempos del cólera
Pues como decíamos de algunas
de las muchachas de la televisión,
que se consideran "material gastable apreciable" por sus atractivos
en el medio, que viven fugaces y fogosos momentos con los denominados
"templos", como han sido bautizados los suplidores de recursos y
"avituallamiento", algunas han desarrollado técnicas que consideran eficaces para vivir
bien, intercambiando favores, creyendo que con lo que "dan" están
excentas de responsabilidades y de compromisos.
Y nada más alejado de la
verdad y la realidad.
Pero, vayamos a referencias
concretas. Un ejecutivo del desaparecido Banco Intercontinental, que destinaba
un importante capítulo económico en la sustentación de varias mujeres del
medio, a las cuales suplía de automóviles, apartamentos o les financiaba la
operación tiendas en centros comerciales, mantenía una estrecha vigilancia
sobre ellas, con un control estricto de sus actividades sin que estas se
percataran.
En algunos casos, los
choferes que tenían asignados desarrollaban una eficaz labor de observación y
de vigilancia en el campo, sin contar
el trabajo de fashionistas,
maquillistas, "maipiolos" , asistentes, productores de
programas y equipo que les servía de apoyo, empleando el recurso de los
célebres "doble agentes" de los servicios secretos de la segunda
Guerra Mundial.
Algo que a decir verdad viene
de lejos.
El general Ney Nivar Seijas,
en la época en que era Jefe de la Policía Nacional, que utilizaba la
"suite" presidencial del antiguo Hotel Jaragua como lugar de
esparcimiento, mantenía un estricto control de sus "inquilinas"
nativas y extranjeras mediante los servicios , muy eficaces, del recientemente
fallecido ex coronel Moncho Henríquez, quien era jefe del Servicio Secreto de
la Policía, y brazo derecho del jefe.
Ya contamos la ocasión en que
Zorro se fue de bonche un sábado en la tarde para Boca Chica con una vedette
puertorriqueña que actuaba en el
antiguo night club Lafuente del Hotel Jaragua, que estaba alojada en la suite
presidencial, y todos sus pasos fueron informados al general, que estaba de
fiesta con unos amigos, entre ellos Rafael Suberví Bonilla, en su casa
campestre de La Colonia en San Cristobal.
Ni que hablar de las movidas
del General Pérez Bello, Guarién Cabrera y Bello Andino.
Eran tiempos en que se daba
seguimiento a las mujeres "impías", con los mismos métodos en que
vigilaban a los dirigentes populares de las organizaciones de izquierda y
líderes políticos.
Los organismos de seguridad del gobierno de Balaguer estaban
enterados de todos los pasos de sus opositores, incluyendo los deslices, y líos
falderos , al igual que los de funcionarios del gobierno, empresarios, y gente
importante que tenían las llamadas "queridas" o amantes.
Sobre todo por labores
desplegadas por el Departamento Nacional de Investigaciones, (DNI)que llegó un momento en que se
convirtió en una agencia de chismes falderiles que siempre llegaban a los oidos
de presidentes como Balaguer, Jorge Blanco, pues en los informes diarios
matutinos, que recibían, se consignaban algunos escándalos.
Mucho de ese material todavía
se utiliza como material de chantaje entre grupos económicos poderosos y
familias de gran abolengo.
No es casual que a estas
alturas, cuando en algunos medios se plantean situaciones que de alguna manera
afectan a empresarios y magnates de la comunicación, la sola mención de
"aerear" algunos hechos
íntimos, sentimentales y falderiles, se convierten en elementos
disuasivos y eficaces, para evitar confrontaciones, como en los mejores
momentos de la época de la "guerra fría".
Y así dicen que los chismes
están en la farándula, cuando el "toma y daca" de mayor envergadura
está en la política.
O acaso no recuerdan cuando
al difunto José Frnacisco Peña Gómez le sacarona relucir que "brincaba la
tablita" con diferentes damas,
en un piso secreto con una
cama que tenía el publicista Brinio Díaz, en el local de su agencia
publicitaria de la calle El Conde.?.
Mejor dejemos a los
políticos, y volvamos a las chicas de la televisión actual que se creen que se la están
comiendo...
Las megadivitas que pegan
"cuernos" a sus templos, son unas "chivitas" creyendo que
estos no se dan cuenta.
Pero ello es parte de otro
capítulo de la saga que solo cuenta Zorro.... el mismo Zorro
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