Tanto dinero que gasta en la politiqueria barata de Republiva Dominicana y nadie ayuda como debe , cemtros de esta naturaleza
Hogar de ancianos de Bonao, donde los envejecientes reciben protección
Deybidania Rodríguez
Bonao.- La vida se divide en etapas, y a vejez es la que todos esperan alcanzar desde el nacimiento, por la que luchan los humanos para que al momento de su llegada, esta sea vivida llena de paz, de amor, satisfacción y tranquilidad.
Y es precisamente esto lo que hacen posible cuatro admirables monjas que decidieron regalar su vida, amor y dedicación a varios envejecientes de esta ciudad que no cuentan con una familia que les ayude a vivir con dignidad la etapa de la vejez.
Son 26 los que quedan de 35 que apenas unos meses atrás formaban la lista de los presentes en el hogar de ancianos de Monseñor Nouel; los ausentes murieron, cuatro en la pasada Navidad.
"Me duele verlos sentados en sus mecedoras tan incómodas y maltratadas, dormir en camas como las que tenemos"."
Sor Mercedes Candelario, una de las hermanas que dirigen el centro.Ubicada en las proximidades de los arroces de Bonao (Los amapolos), este hogar, lleno de amor y sensibilidad, lucha por ser una familia para estos ancianitos que no cuentan con el amor de un hijo, nieto o pariente cualquiera que le sirva con cariño a los quebrantos de éstos.
Poca ayuda
"Todos están enfermos, algunos padecen asma, otros han sufrido hasta una tercera trombosis, en fin, cada cual lleva su penita", dijo con rostro delatante de amor a estos desamparados de la tercera edad la hermana Mercedes Candelario, una de las cuatro monjas que protegen a estos hombres y mujeres que viven sus últimas experiencias de vida.
"Me duele verlos sentados en mecedoras tan incómodas y maltratadas, dormir en camas como las que tenemos, cuando merecen despedirse de la vida por lo menos, cómodos", alegó la religiosa.
Este hogar cuenta con poca ayuda económica y a diario sus monjas tienen que salir a la calle a buscar la colaboración de alguna alma noble que realice un aporte a los envejecientes.
El hogar cuenta con el apoyo del cabildo que facilita algunos de los empleados y el nicho al momento del fallecimiento de alguno de sus miembros, así como de salud pública que facilita los dos médicos.
Los servidores del hogar de ancianos aseguran que pese a que es muy triste ver un ser humano de avanzada edad, sin familia, la experiencia de sentirte familia de quienes no tienen y sobre todo poder otorgar ese anhelado sentimiento de sentirse querido.
www.listindiario.com.do
Deybidania Rodríguez
Bonao.- La vida se divide en etapas, y a vejez es la que todos esperan alcanzar desde el nacimiento, por la que luchan los humanos para que al momento de su llegada, esta sea vivida llena de paz, de amor, satisfacción y tranquilidad.
Y es precisamente esto lo que hacen posible cuatro admirables monjas que decidieron regalar su vida, amor y dedicación a varios envejecientes de esta ciudad que no cuentan con una familia que les ayude a vivir con dignidad la etapa de la vejez.
Son 26 los que quedan de 35 que apenas unos meses atrás formaban la lista de los presentes en el hogar de ancianos de Monseñor Nouel; los ausentes murieron, cuatro en la pasada Navidad.
"Me duele verlos sentados en sus mecedoras tan incómodas y maltratadas, dormir en camas como las que tenemos"."
Sor Mercedes Candelario, una de las hermanas que dirigen el centro.Ubicada en las proximidades de los arroces de Bonao (Los amapolos), este hogar, lleno de amor y sensibilidad, lucha por ser una familia para estos ancianitos que no cuentan con el amor de un hijo, nieto o pariente cualquiera que le sirva con cariño a los quebrantos de éstos.
Poca ayuda
"Todos están enfermos, algunos padecen asma, otros han sufrido hasta una tercera trombosis, en fin, cada cual lleva su penita", dijo con rostro delatante de amor a estos desamparados de la tercera edad la hermana Mercedes Candelario, una de las cuatro monjas que protegen a estos hombres y mujeres que viven sus últimas experiencias de vida.
"Me duele verlos sentados en mecedoras tan incómodas y maltratadas, dormir en camas como las que tenemos, cuando merecen despedirse de la vida por lo menos, cómodos", alegó la religiosa.
Este hogar cuenta con poca ayuda económica y a diario sus monjas tienen que salir a la calle a buscar la colaboración de alguna alma noble que realice un aporte a los envejecientes.
El hogar cuenta con el apoyo del cabildo que facilita algunos de los empleados y el nicho al momento del fallecimiento de alguno de sus miembros, así como de salud pública que facilita los dos médicos.
Los servidores del hogar de ancianos aseguran que pese a que es muy triste ver un ser humano de avanzada edad, sin familia, la experiencia de sentirte familia de quienes no tienen y sobre todo poder otorgar ese anhelado sentimiento de sentirse querido.
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